Después de muchos años trabajando en la elaboración y restauración de vitrales en las iglesias… Al fin me llega un trabajo de restauración de imaginería religiosa.
Yo había trabajado, en alguna ocasión, para la Cofradía de Jesús Nazarano de Ponferrada. Ellos me ponen en contacto con la persona que estaba restaurando la Virgen de la Encina.
La restauradora me cuenta que las lágrimas que tenía colocadas eran demasiado grandes y con el tiempo se le habían caído. Así que me pongo «manos a la obra» y éste es el resultado…